tan irreal desde lejos,
se me antojó un buen motivo
para darle la vuelta
a esta vida en construcción.
Se me abrieron los ojos
siguiendo el ritmo de tus manos
y el camino pareció tan simple...
Tan claro...
Que debí anticipar el golpe.
(Tan merecido)
Jamás unos ojos mintieron tanto
sin saberlo.
Jamás una ilusión prometió tal lujo de futuro...
Sin pronunciar una frase.
Busqué culpables,
excusas,
desafíos a los que está vez sí
pudiera enfrentarme.
Y, en mi utopía
no hallé palabras para esconder la culpa.
Repetí errores,
retrocedí metas,
fallé en las bases...
Pero encontré ancla y recogí cabos,
logré resurgir y recomponerme esta locura.
Reaprender,
despertar un día más con las deudas claras.
Ahora queda disculparme,
agradecerte los baches
y llorar las vergüenzas.
Al menos esta vez,
sobreviví al accidente...
Aunque deje en el camino algún pedazo,
Tan solo llevo conmigo
una bella historia
...y un caluroso abrazo.