se apagan los latidos de la noche,
se cierra el horizonte…
Quizás sea que el mundo ya no gira.
Aquel skyline de París se difumina.
Los rascacielos que rasgaban nubes
hoy dan la guerra por perdida.
Grita retirada la ciudad envejecida
y caen solas las murallas, enmudecidas.
A la orilla del mar bravo,
la marea cobra vida y devora, con urgencia,
los granos que una vez hicieron playa.
Aquel remanso de paz en el desierto,
aquel oasis de cuento,
invaden la capital sin miramientos.
Las farolas se inclinan a su sombra.
Las enredaderas abrazan puentes.
Tienden ramas los arbustos.
Alargan el tallo los rosales,
clavan sus espinas.
Un eclipse fuera de órbita.
Un cambio de rumbo pactado entre astros.
La Tierra revelándose con valentía,
luchando por sobrevivir a su infección maldita.
Lecciones de vida;
la naturaleza recuperando su espacio
y el espacio dándonos la tregua
por suspendida.
La realidad se impone
y nos desaloja
de esta triste
vida
vacía.