Yo perdí la razón
el día que cogiste mi mano.
Dejé los singulares junto a las dudas
en aquel paragüero de la entrada,
me salpiqué de algún que otro verso contagioso
para aferrarme a la sonrisa
que prometía aquel cuaderno de tapa verde..
Empecé a seguir la música,
como me enseñaron las películas,
y terminé colgada de tus acordes,
tarareando melodías junto a la cama...
Dibujé nuevas metas
allí donde se unían nuestros sueños,
para olvidar los motivos,
para atesorar la magia.
Le lancé una moneda al futuro
jugándome la suerte en un todo o nada;
cara, te quedas conmigo
cruz, giramos la moneda...
La partida más importante hasta la fecha,
¿juegas?
Por las historias que rondan tu mente. Por las ganas de cambiar el mundo. Por las rimas. Por la música. Por el arte... El primer puercoespín enamorado de las letras comparte sus cuadernos de poesía. Cuidado, puede ser muy dulce o utilizar sus púas.
viernes, 2 de junio de 2017
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