domingo, 28 de julio de 2019

En su nombre

Y de pronto el cielo se tiñó de nombres. 

Cada estrella acogió unos ojos, que brillaron como siempre y buscaron ávidos el guiño de ese polo opuesto que les llamaba día y noche. 

Notando el creciente cosquilleo, el frenesí que tiraba de mi cuerpo desde el pecho... fijé la vista al suelo, en un punto fijo entre las baldosas grises de esta ciudad desierta. 

Me anclé en semejante pose defensiva con las fuerzas temblando, pero inagotables. 

El viento trajo tu voz como un suspiro seco y sólo quedó una luz, ardiente y segura sobre mis miedos.

Sólo tú en el horizonte. Sólo tú entre nubes tiernas y rocío...

Pero contuve el aliento una vez más, e hice, a trompicones, oídos sordos ante el llanto de mis ganas, que bajo piel recitaban tu nombre como un mantra infinito.

Tu esencia enfermiza, de flores silvestres, tiñó el primer rayo de sol de la mañana... 

Cerré los ojos y de inmediato entré en tan aprendida guardia, negándome a regar tu huida y ahogándome en tu marcha.

No, no admití derrota, no lloré tu falta... 

Pero te perdí entre miles de luciérnagas con prisas, que hallaron su camino cruzado y emprendieron rumbo a su infinito. 

Y apagué tu contraluz grisáceo... rompiéndome de ti...















Hoy la aurora vuelve a teñirse de nombres. 

Hoy son mis ojos quienes te buscan en el brillo de otros cielos, sin encontrar descanso en el abismo de mi polo opuesto. Y sigo sin alcanzar tu ausencia. 

Hoy mis luciérnagas vagan sin rumbo, por tiempo atrás... por aquella noche...

Porque elegí forzarme a mirar al suelo. Porque te perdí entre nombres. 

Porque las estrellas ya no brillan con tus ojos.

sábado, 20 de julio de 2019

Sin Editar - Sincera

Volveré a desgarrarme el alma
en el mismo instante en que se cierre la herida.

Me abriré vulnerable y sincera,
me daré por completo y sin costuras.

Lo sé,
me conozco.

Podría jurar no repetirlo,
prometer no caer dos veces en la misma piedra...
Pero caeré.
Y tal vez no sean dos, sino tres, cuatro o cuarenta.

Me dejaré llevar por el momento,
pintaré los cielos,
me llenaré la lengua de promesas,
amaré intensa y apasionada.

Quizá nadie me comprenda
o, tal vez, hagamos todos lo mismo.

Reavivaré las ascuas o encenderé hogueras nuevas,
escribiré poesías,
releeré tus promesas...

Si algo me ha enseñado la historia
es que el pasado
jamás será nuestra frontera.


jueves, 18 de julio de 2019

Hay días...

Hay días que son “ella”.
Mañanas que despiertan brillando;
olor a césped recién cortado,
a flores a la orilla del río, a aire fresco, a libertad…
Días que nacen con ganas,
que devuelven ilusiones,
que conceden todos los deseos.

Hay días que son “ella”,
como mantra en bucle en mi cabeza
(y que no salga):
luchar, sonreír, ganar…
mirar al infinito con los ojos de niño pequeño;
saber que todo es posible
por ella,
con ella.

Hay días, que son (de) “ella”.
Sí…
Pero, sin lugar a dudas,
no hay una sola noche
que no lo sea.

Mis mantas guardan sus caricias,
nuestros sueños se abrazan sin tapujos,
los malditos insomnios se adormecen
y, para iluminar la noche... “Ella”.


martes, 9 de julio de 2019

A la lucha, compañera

Ellos sacaron su bandera y yo abrí mis alas.
Abracé a mis hermanas y nos hicimos una, con el puño en alto.
Sin ecos, sin banderas, sin abusos de poder inmerecido...
Agredimos sus ideales corruptos con el don de la palabra, con el poder del grito.

Ellos cantaron su racismo, su afán de poder ya caduco.
Nosotras rompimos muros de cristal, arrancamos vendas y abrimos mentes y miradas.
Unimos fuerzas, tejiendo con hilos violetas, rojos y arcoíris una red irrompible.
Luchamos por derechos que creíamos ya nuestros.
Tomamos las calles y nos hicimos ver.

Demostramos, una vez más, que somos fuertes, vivas, valientes, guerreras...

Ellos tronaron insultos, nosotras invocamos tormentas.
Nuestra voz dio la vuelta al mundo: nos queremos vivas y seremos eternas.

Sea donde sea, no estáis solas, compañeras. 












En la lucha feminista, ni un paso atrás. 
Ni jueces misóginos, ni justicia patriarcal. 
Ni ataques homófobos, ni política del "pinkwashing". 
Ni condenas fascistas, ni medios comprados. 
Ni océanos cerrados, ni leyes contra la humanidad.

No tengo miedo al futuro, sino a la pasividad del presente. 


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