A ti,
que no te llamas escritor
pero no sabes vivir sin palabras.
A ti,
que te niegas a creerte artista
pero sabes dibujar en el aire
hasta con las manos vacías...
A ti,
que te guardas los versos como tesoros
atesorando susurros y rabia
a partes iguales...
A ti...
Gracias.
Gracias por seguir y no darte por vencido.
Por creer en el arte y en el texto
hasta cuando no crees en ti mismo.
Por crear, entre los muros de este mundo, un lugar infinito.
A ti,
poeta,
gracias por seguir tejiendo el paraíso.