BAILE
DE SILLAS
Esta
historia trata de una chica algo frustrada cuyo único sueño es bailar. Lo
consigue al llegar al instituto nuevo en LA, la única pega es que para hacerlo
ha tenido que mentir. Cuando llega al instituto ha tenido un problema en las
piernas y va en silla de ruedas, al principio piensa que es un gran problema,
pero descubre que gracias a ello encaja a la perfección y es totalmente
aceptada por sus compañeros, cosa que rara vez le había pasado. Pensó que era
su silla de ruedas lo que gustaba a la gente, así que aunque ya no necesitaba
la silla, la seguía usando. Estuvo bailando con ella, cantando y encajó
perfectamente en un grupo que se hizo famoso, no solo en el instituto, sino
también a nivel estatal. Es en ese grupo donde conoce a una chica de la que se
enamora, aunque al principio hay problemas por su miedo al rechazo, finalmente
salen juntas y todo es perfecto, hasta el momento en el que la descubre
bailando de pie y todo se desmorona. ¿Qué hará esa chica al saberlo? ¿Y la
protagonista, volverá a bailar?
Introducción-
-
Mamá, esto es una mierda. Empezar en un
instituto nuevo es una mierda, pero encima estando en silla de ruedas. Volveré
a ser la marginada de la clase, lo odio.
-
Lo superarás, cariño. Tú nunca has
estado marginada, no inventes historias. Todo saldrá bien.
-
Pero mamá, superé lo de que me llamaran
gorda… adelgacé bastante y me dediqué al baile, eso fue lo que consiguió que me
animara en el otro instituto. ¿qué voy a hacer ahora?
-
Volverás a bailar, lo de la silla es
ocasional… Todo saldrá bien, ¿vale?
-
Lo que tú digas – volví a agachar la
cabeza y me acomodé en el coche. Ese día se presentaba duro y deprimente…
Me
llamo Sofía, tengo 16 años y mi pasión es el baile. Ahora mismo estoy camino de
Los Ángeles, donde pretendo empezar un nuevo año de instituto alejada de todo
lo demás, me quedaré en una residencia de estudiantes e iré sola al instituto.
Algo que si ya es difícil de por sí, imaginaos en silla de ruedas… Como podéis
imaginar, estoy hecha una bola de niervos, entrar nueva en un instituto, lleno
de adolescentes que pueden pisotearte, con sus grupos de amigos, clubs y esas
cosas completamente formados y que no admiten a nuevos miembros. La razón por
la que voy a LA es que quería estudiar arte dramático, cosa que no se puede
hacer allí de donde yo soy. Así que, LA, ¡¡allá voy!!
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: