domingo, 9 de marzo de 2014

Reflexiones en verso - De ti aprendí a apreciarme



De ti aprendí a apreciarme

Cierro los ojos,
y aún te recuerdo.
Cuando eras tú
el rey de mis sueños,
mi ángel guardián,
mi amor, mi amuleto.
Pero ahora, de pronto,
tú eres el dueño
de esta alma cansada
que hace de tu perro.

Llegas a casa,
me dices te quiero,
preparo la cena,
te quejas del tiempo.
Y si digo algo,
un golpe me llevo;
y es otro morado,
que invade mi cuerpo.

Quiero decir basta
pero no puedo.
Me meto en la cama
y noto tu aliento,
y aunque yo no quiera,
me obligas a hacerlo,
ya hasta me haces daño
pero no me quejo;
al menos después
te dejo durmiendo.

Ya entrada la noche,
me imagino huyendo,
pero algo ha cambiado,
esta vez es cierto.
Me voy de tu casa,
me voy de tu encierro,
y empiezo una vida
como me merezco.

Ya no hay malas caras
ni absurdos celos.
Aquí nadie me insulta
y me muestran aprecio.
Ahora tengo amigos,
por dios, ¿qué más quiero?
Vuelvo a ser feliz,
ya no tengo miedo.
Porque, de lo nuestro,
saqué valor y respeto.





Pequeña poesía sobre un tema demasiado presente en nuestra sociedad. ¡Di no al maltrato y a la violencia de género!

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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