en este duelo de existencias.
Ahogué la llama entre suspiros.
Convertí mi vida en decadencia,
en saberme fuera de combate
al primer grito de guerra.
Hice de mí lo que querían:
perder el alma
Por las historias que rondan tu mente. Por las ganas de cambiar el mundo. Por las rimas. Por la música. Por el arte... El primer puercoespín enamorado de las letras comparte sus cuadernos de poesía. Cuidado, puede ser muy dulce o utilizar sus púas.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: