Las mejores

No lo niego, sois muy buenas.
Sois las mejores de hecho.
De verdad,
nunca había visto a nadie como vosotras…
y espero no volver a hacerlo.

Tenéis habilidades que no creía que existieran;
sois capaces de romper todos los límites,
habéis conseguido usar el tiempo a vuestro antojo,
modificar las horas y crear auténticos agujeros negros.

Habéis acabado con ilusiones,
con una sonrisa en la cara y galardonándoos por ello.
¡Y cobrando!
no precisamente el golpe que os merecíais…

Habéis convertido dos años
en una cadena perpetua.
Habéis creando un antes y un después:
de la razón a la ignorancia,
de la calma al estrés
y de la vocación, a la ansiedad sin motivo.

Con carteles en cada esquina,
me recordáis que os apoye,
que demuestre lo orgullosa que estoy de mi facultad;
camiseta, sudadera y mochilita a juego,
oferta especial por 9€…
Será que incluye la venda y la mordaza,
o el secreto
para olvidar todo el daño que nos estáis haciendo…

Pero no os quedáis ahí…

Con la cara blindada
en esa absurda mirada de superioridad,
me pedís que valore a mis docentes,
que me haga oír.

Pero…
¿vais a escucharme esta vez?
¿O volveréis a decir
que no sabemos de lo que hablamos,
que somos unos maleducados?
(Quizá esto sí consigáis que sea cierto).

Y tengo que deciros algo;
si pudiera contestaros lo que pienso,
si fuera realmente sincera,
dejaría la maldita encuesta en blanco.

Porque yo,
en esta carrera,
docentes… no he encontrado.