Hay que ver...
Cuánto daño os hacen mis ruedas.
Os jode que no use motor para impulsarme,
que llegue tan lejos con la fuerza de mis piernas,
con el trabajo duro que me quema a mí
y no al planeta.
Cuánto daño os hace saberos mis señas,
tener que aprender...
que no tenga una luz
Cuánto daño os hace saberos mis señas,
tener que aprender...
que no tenga una luz
que indique si derecha o izquierda.
Que verano o invierno, invada los negros arcenes,
que aparque sin miedo en cuanto llegue.
Cuánto daño os hace mi casco sencillo,
mis manos desnudas en el manillar de hierro;
mis frenos audaces, de reflejos hábiles
y mi luz dinamo, que alumbra el paisaje.
Ocupáis mi carril sin pudor alguno,
pero os duele saberme en carretera
que aparque sin miedo en cuanto llegue.
Cuánto daño os hace mi casco sencillo,
mis manos desnudas en el manillar de hierro;
mis frenos audaces, de reflejos hábiles
y mi luz dinamo, que alumbra el paisaje.
Ocupáis mi carril sin pudor alguno,
pero os duele saberme en carretera
entre vuestros malos humos.
Lo siento por vosotros,
fui, seré y soy ciclista.
Te veo
a metro y medio de tu ventanilla.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: