Hipocresía, mentira, miedo, violencia...
Las guerras se juegan cada día,
no nos libramos nadie.
Rupturas, enfados, injusticias, penas...
Créeme, no te es ajeno.
Son guerras de patio del colegio,
de oficina, de casa;
son guerras sin armas de fuego,
pero con millones de heridas
por ambas partes.
Locuras, juicios, consumismo, dinero...
Las causas abundan y todas son "buenas".
Pero tú.. ¿qué haces?
y yo ¿cómo me defiendo?
No hay trincheras para el día a día,
no hay chaleco para las balas pronunciadas.
La guerra inunda hasta los lugares prohibidos
se hace hueco en la garganta,
ahoga lágrimas y gritos,
empapa miedos...
No,
no hay nadie ajeno,
las guerras pueblan las rutinas
y, como siempre, nadie gana.
Por las historias que rondan tu mente. Por las ganas de cambiar el mundo. Por las rimas. Por la música. Por el arte... El primer puercoespín enamorado de las letras comparte sus cuadernos de poesía. Cuidado, puede ser muy dulce o utilizar sus púas.
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No encuentro palabras suficientes, ni sinónimos necesarios... Tu cuerpo no tiene nombre, ni tus besos, adversario.

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: