Hipocresía, mentira, miedo, violencia...
Las guerras se juegan cada día,
no nos libramos nadie.
Rupturas, enfados, injusticias, penas...
Créeme, no te es ajeno.
Son guerras de patio del colegio,
de oficina, de casa;
son guerras sin armas de fuego,
pero con millones de heridas
por ambas partes.
Locuras, juicios, consumismo, dinero...
Las causas abundan y todas son "buenas".
Pero tú.. ¿qué haces?
y yo ¿cómo me defiendo?
No hay trincheras para el día a día,
no hay chaleco para las balas pronunciadas.
La guerra inunda hasta los lugares prohibidos
se hace hueco en la garganta,
ahoga lágrimas y gritos,
empapa miedos...
No,
no hay nadie ajeno,
las guerras pueblan las rutinas
y, como siempre, nadie gana.

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: