delineando con cuidado el trazo fino de tu piel.
Ser el artista
que te retrata, sin nombre, en un lienzo idealista
donde todas tus locuras son certezas,
jugadas a carta vista.
Jamás diré que te hice mía,
fuiste la libertad personificada...
y aún me enloquece la pasión
con que decidiste
hacer de mis rutinas tu vía de escape.
hacer de mis rutinas tu vía de escape.
Tú me hiciste hueco entre las hojas de la agenda,
yo dediqué versos perdidos a tus renglones.
No nos unía más que el tiempo que pasaba...
No nos dimos nombre,
pero sé que el amor se recogía acurrucado
en el hueco de tu hoyuelo izquierdo,
cuando jugábamos a querernos de mentira
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: