sábado, 22 de octubre de 2016

Media noche

Boom.
Un golpe seco rompe la calma.
La noche se tiñe de rojo.
Ciega el destello frío del metal
en un día
del que ningún astro quiere ser testigo...

Crack.
Se han roto todos los cerrojos,
cualquiera podría ser el asesino
y no habrá nadie para pararlo
Si decide que yo
debo ser el siguiente.

Pum.
A cada paso se le oye más cerca,
el suelo tiembla a sus pies
y el cielo le hace una reverencia.
Se detiene.
Puedo sentir su sombra sobre mis hombros.

Bang.
Nadie
encontró mi cadáver.


<<La soledad
siempre fue
el peor de los monstruos.
>>


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

Lo más leído