viernes, 15 de mayo de 2020

Normal

Acostumbrémonos a llorar,
a saborear el miedo y la desidia,
a convivir con nuestra ausencia.

Dejemos de responder siempre que "bien"
a todas las preguntas falsas,
dejemos de pintar arco-iris
cuando se nos tiña el cielo de añoranza.

Normalicemos la pena,
pongamos de moda el mostrarnos,
el dejarnos en casa las máscaras.
Démonos libertad de sentimiento.

Mandemos a la mierda los protocolos,
actuemos por instinto,
mostremos las apariencias,
dejemos de guardar para luego.

No traguemos más llanto endurecido.
¿Cómo te dejó el camino?
Rota, vencida por momentos,
vacía...

Y lista para llorarlo todo con ganas,
embarrar las huellas
y empezar de cero.



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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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