martes, 5 de mayo de 2020

Saber

Hoy, entre tus brazos,
he descubierto de nuevo
el sabor a casa.

Tras 50 días de encierro
en una habitación
que cada vez es más parte de mí,
al fin
he respirado profundo
y me he llenado de paz,
de la armonía de un hogar conocido,
de un refugio a todo mal,
de una lengua compartida y secreta al tiempo.

Hoy,
mirándote de nuevo como un extraño,
intentando comprender
qué cambios nos habíamos perdido,
pese a vernos a diario entre pantallas,
me he encontrado
en el hueco de tu cuello,
en la sonrisa contagiosa
y en los silencios.

El tiempo ha perdido noción de sí mismo
y el espacio
ha desaparecido
cediéndonos el infinito.

Hoy las lágrimas
saben a navidad,
a primavera,
a futuro
y a oasis.

A saber
a ciencia cierta
que el mundo sigue girando ahí fuera
preparado
para las aventuras que nos espera.














De tu mano,
siempre,
compañera.

2 comentarios:

Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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