Cap. 16
-
¿Qué crees que quiere tu madre?
-
Pues no lo sé, pero estoy temblando, ¿y si me
echa de casa por ser lesbiana?
-
¿Estás loca? Una madre no hace eso
-
Ya sabes que mi madre es católica, con las
broncas que me echa por no querer ir a misa, como sepa que me gustan las
chicas, me mata.
-
¿Chicas? ¿en plural?
-
¿Te vas a poner celosa precisamente ahora?
-
No has contestado – Sandra hacía verdaderos
esfuerzos por no reírse.
Lore se acercó a Sandra,
pegándola a la pared del ascensor. Le agarró por la cintura con cara pícara y
le susurró algo al oído. Sandra quedó boquiabierta un segundo mientras
asimilaba la información, cuando Lore terminó y se separó de su oreja, se
mordió el labio y le robó un beso antes de que saliera del ascensor que ya
había llegado a su piso.
La puerta ya estaba abierta, así
que entraron algo más calmadas que antes pero sin entender todavía muy bien que
estaba pasando.
-
Mamá, ¿qué tal?
-
Muy bien, hija, ¿vosotras?
-
Bien
-
Sandra, no te quedes en la puerta, pasa, pasa.
-
Gracias, huele muy bien
-
Mejor sabrá, ¿te gusta el conejo?
-
Eh… sí
-
Pues listo, te quedas a comer.
-
Mamá, no hace falta, no creo que quiera…
-
A callar, he dicho que se queda, ¿Verdad,
Sandra?
-
Pues…
-
¿Ves? Se queda y punto.
Sin saber cómo reaccionar a
aquello, se fueron a la habitación de Lore hasta la hora de comer.
Pusieron una película en el
ordenador y la medio vieron entre preguntas no pronunciadas y miradas cómplices
para darse ánimos.
-
Bueno, Lore, ya está, ¿de qué tenemos miedo?
Solo me voy a quedar a comer, tú te quedaste a dormir ayer.
Lore no contestó, sonrió y le dio
un beso, no sin antes mirar que nadie entrara por la puerta.
Como la película ya había
acabado, se tumbaron un rato a descansar hablando muy bajito sobre la noche que
habían pasado y las ganas que tenían de repetirlo.
-
¡Chicas, a comer! – entró la madre de Lore en la
habitación
Se levantaron y fueron a ayudar a
poner la mesa.
…
La comida fue normal, Sandra no
era una persona tímida, así que pronto se unió a la conversación. Llegando ya
al postre, la madre rompió un momento de silencio.
-
Bueno, chicas, y ¿qué habéis hecho esta noche?
-
Dormir, mamá ¿qué vamos a hacer?
-
Ya, y yo me lo creo Jejeje. ¿Por eso estabais
tiradas en la cama y con esas ojeras?
Lore y Sandra se pusieron algo
rojas, pero se contuvieron e siguieron como si nada.
-
Vale, lo admito, hemos estado casi toda la noche
hablando y haciendo el tonto.
-
Ya suponía yo jeje ¿y de qué habláis toda la
noche?
-
Pues…
Sandra sabía que aquella escusa
siempre funcionaba, porque no era del todo falsa, pero ¿qué le iba a decir? Hemos hablado de sexo, de si viviremos o no
juntas algún día, de lo bien que se habían tomado sus amigos lo de que eran
pareja… Pues no era plan, la verdad. Estuvo tentada de decir algo al azar y
esperar que Lore le siguiera el rollo, pero el hermano de Lore empezó a hablar
de fútbol y Sandra volvió a respirar tranquila.
…
-
Bueno, yo me tengo que ir yendo
-
Pues pásalo bien, Sandra
-
Muchas gracias, y por la comida y todo, ha
estado genial.
-
Encantada, faltaría más jeje
-
Te acompaño a la puerta – (Lore)
-
No, deja, ya le acompaño yo – (madre).
Ya en la puerta, donde no podían oírlas,
la madre le hizo una pregunta a Sandra.
-
Tú que conoces a mi hija, sabes lo mal que lo
pasó con Pedro y con otros chicos, ¿no?
-
Eh.. sí.
- ¿Y tú crees que eso puede haberla afectado… ya
sabes, que haya podido coger asco a los chicos, o miedo, o..?
-
Perdón por interrumpirte, pero es que si lo que
me estás preguntando es si tu hija es o no lesbiana y de serlo, por qué… no voy
a responder. Es algo que debe decidir ella, tanto si lo es como si no, no soy
yo quien tiene que decírtelo, creo yo. – Sandra trató de decir esto lo más
neutral posible, esperando así no empujar a su chica fuera del armario.
- Tienes razón, pero de todas formas, espero que
si lo es sepa que nosotros le apoyaremos siempre – intentó por última vez la
madre de Lore de sacar información a Sandra y de nuevo Sandra permaneció
neutral.
-
Supongo que es lo correcto. Bueno, adiós, nos
vemos.
-
Adiós.
Volvió la madre al salón donde
había dejado a Lore, su padre y su
hermano.
-
¡Qué maja es esta chica!
-
Sí, la verdad.
-
Me gusta para ti, Lore, creo que puedes aprender
algo bueno de ella
-
¿A qué te refieres, mamá?
-
No, a nada, es solo que… me cae bien, nada más.
-
Ya, a ver, deja que lo adivine, quieres saber si
es una amiga o algo más, ¿me equivoco?
-
No, yo…
-
Pues ¿sabes, mamá? Que tienes razón, que ya es
hora de que lo sepas. Sandra y yo estamos saliendo juntas, llevamos ya unos
meses y nos queremos mucho. – Lore paró para ver la reacción de su familia. ¡Qué ganas tenía de hacer esto! (pensó) –
Y antes de que lo digas, no, no es por mis malas experiencias con los chicos,
sino por las buenas con ella. Me trata mejor que cualquier persona que conozco,
me ha dado mi espacio hasta que me he atrevido a salir con una chica.. mejor
dicho, con ella. No sé si soy lesbiana, bisexual o qué, solo sé que quiero a
esa chica, que me lo paso genial con ella, que me mima, que me hace regalos, me
ayuda con las cosas de clase… No sé, no hay mucho que explicar, estoy feliz,
feliz como nunca había estado. ¿es eso algo malo?
-
No, hija claro que no.
-
Entonces, ¿no te molesta? ¿ni si quiera un poco?
-
Jeje no, ¿qué creías, que te iba a desheredar?
-
Pues…
-
No, hija, no soy un monstruo, me alegra verte
tan feliz, me alegro mucho por ti.
-
Gra.. gracias, mamá.
-
Bueno, y cuéntame, ¿cómo se lo han tomado tus
amigos?
- Pues muy bien, estaba asustadísima por contarlo,
pero tanto los suyos como los míos se lo han tomado muy bien, incluso Pedro me
ha ayudado a decidir dar el paso y con la gente que no lo entendía. No sé, está
siendo todo muy fácil, creo que es por Sandra, que cae muy bien a la gente y
por eso no les parece mal jejejeje
-
Será por eso jejejejeje
Y así salió Lore del armario, haciendo
todavía más fácil la relación con Sandra. Al año siguiente, las dos pasaron a
la universidad, y aunque no estudiaban lo mismo, las facultades no estaban muy
lejos y podían pasar mucho tiempo juntas, tanto como para terminar alquilándose
un apartamento de estudiantes donde al fin cumplieron su sueño de vivir juntas.
Y como lo que pasó después es
otra historia, de momento al menos, doy por finalizado este relato, espero que
os haya gustado. =)
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: