Otra noche en vela, culpando al frío del dolor de ojos, la hinchazón del alma y el punzante desasosiego de la mente.
Otra noche desvelando los misterios de la cortina, sin ganas de correrla, para poder engañarnos imaginando que el sol espera al otro lado...
Otra noche, en resumen, otra noche.
La última antes del siguiente capítulo, antes de la siguiente canción...
Otra noche donde soñar se antoja inútil, donde no quedan refuerzos, armamento, ni escapatoria.
Otra noche donde el azul del cielo se torna negro sin vacilar y lo cubre todo con una capa grisácea de melancolía...
Tras la puerta, nos estará esperando el nuevo día, pero nadie nos quitará esta noche... y hay que pasarla solos.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: