Y vamos tarde.
Tarde para tantas que ya no pueden unir sus voces.
Para tantas que no verán un mañana.
Tarde para las promesas de la infancia,
para su vida y sus sueños...
Hemos fallado demasiadas veces.
Basta, por favor, ¡basta!
Ya no me queda rabia en el alma
Tarde para tantas que ya no pueden unir sus voces.
Para tantas que no verán un mañana.
Tarde para las promesas de la infancia,
para su vida y sus sueños...
Hemos fallado demasiadas veces.
Basta, por favor, ¡basta!
Ya no me queda rabia en el alma
para seguir con vuestro odio.
Prefiero sacarla,
Prefiero sacarla,
unirla a la de mis hermanas
y lanzarla.
y lanzarla.
Impulsar con ella una nueva marea.
Que os frene.
Que os inunde.
Que os marchite por completo
y os borre de una vez del mapa.
¿Por qué seréis tan cobardes?
¿Por qué elegiréis el único veneno
que nos lleva con vosotros
mientras lentamente os mata?
Tened agallas.
Si tanto os hierven las entrañas,
si tanto odiáis el mundo y vuestra vida,
quitárosla.
La vuestra y tan solo esa.
Y dejad nuestro mundo en calma.
Canallas.
Hipócritas, ineptos, corruptos sin alma,
dejad de quitarme a mis hermanas.
A mis hijas.
A mi tribu de otras madres.
¡Basta!
Hay que frenar esta maldita plaga.
Por Paloma, por su hija,
¡Basta!
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: