lunes, 31 de marzo de 2014

La mente lo sabe - cap. 3


LA MENTE LO SABE
Una niña pequeña puede crecer, un árbol dar fruto, un animal morir, pero todos tienen una historia que contar, una vida (corta o larga) que narrar antes de viajar a otro mundo. Mónica contará su historia y nos introducirá al mundo de la belleza, a la destreza total de lo natural y a los secretos de la mente. Bajo la mirada y la protección de Shrilka, Mónica luchará por un motivo justo: volver a casa.



Capítulo 3 – ¿Pero qué está pasando?

[De vuelta a la realidad]

Mónica reaccionó al instante variando su posición hasta una reverencia leve ante su maestra. No se atrevió a hablar, ya la he cagado suficiente por hoy pensó.

-         Tranquila, Mónica, no es necesaria la reverencia, aunque veo que ya sabes quién soy – una amplia sonrisa se dibujó en su rostro provocando un gran escalofrío en Mónica.
-         Perdóneme, maestra, pero… ¿a qué se debe la visita?
-         Vengo por Shril
-         ¿Le ha pasado algo?

Mónica sabía que hacía mal en interrumpir a un superior, porque claramente Sharick lo era, pero en el momento en que nombraron a su compañero un horrible pensamiento había atravesado la mente de la joven. Shrilka no solía molestarla en sus horas de clase, y menos cuando practicaba el mantra. Aun así, el hecho de que aquella maestra estuviera allí le hizo plantearse lo peor, que algo le hubiera ocurrido al dragón.

Supuso que Sharick se enfadaría con ella y que tal vez incluso empezara una lucha, o más bien la acabara, porque poco tenía que hacer Mónica ante una maestra. Pero las suposiciones no tuvieron nada que ver con la realidad, lejos de enfadarse, Sharick cerró la puerta mediante un suave movimiento de muñeca (en otro momento, ese uso de la magia habría causado una gran impresión en Mónica y un millón de preguntas, pero no podía fijarse en nada de eso si temía que su amigo pudiera estar en apuros) y se acercó a Mónica con una expresión totalmente diferente a ninguna que esta hubiera visto jamás en la maestra, parecía preocupada, comprensiva, incluso habría jurado ver algo de ternura…

-         Tranquila, pequeña, supongo que debí haber avisado de mi llegada, pero todo ha sido muy repentino, discúlpame.

Acto seguido hizo un acto que Mónica jamás pensó ver en ella, le hizo el Sawabona, el saludo oficial que se ha de dar a los superiores a ti o a aquellos a quien consideras dignos de tu afecto por sus actos y su alma. (Vale, sí, suena rarísimo, pero así se lo explicó Shrilka a Mónica y así os lo transmito yo). Obviamente, Mónica contestó con el correspondiente Shikoba, pero aún no entendía por qué Sharick le otorgaba semejante honor a una don nadie como ella.

-         Maestra, me disculpo por mi arrogancia al interrumpirla – dijo cabizbaja.
-         Punto uno, peque, trátame de tú, soy Sharick no Maestra. Y punto dos, es normal que lo hicieras, tu compañero pudo haber estado en peligro. Soy yo quien debería disculparse por mi falta de tacto.
-         No sabría qué hacer sin él.
-    Lo sé, pero no te preocupes, el grandullón está bien. – le revolvió el pelo y volvió a su posición tranquila inicial. - ¿Quieres hacerme una pregunta, verdad?
-      ¿Tanto se me nota?
-      Aunque no me guste que me llamen así, soy Maestra de Kia, no serás la primera aprendiz ni la última que pase por mis manos.
-         Vale, ahora tengo dos preguntas
-         JaJaJaJaJa. Está bien, dispara.
-         Vale, la primera es respecto al Sawabona
-         No digas más, supongo que Shril te ha contado cómo funciona y no sabes por qué he iniciado yo el saludo, ¿me equivoco?
-         Bueno, sí… Shrilka dijo que lo inicia el que tenga un estatus inferior…
-    Y el grandullón tenía razón, pero estoy segura de que también te habló de que tiene otro uso afectivo.
-         Sí, pero…
-     Pero… ¿no sabes por qué yo te aprecio? – Mónica se limitó a negar con la cabeza – está bien, pequeña, ya te lo explicaremos todo a su debido tiempo. ¿Y la segunda?
-         ¡Claro! Antes has dicho que voy a ser tu aprendiz, ¿es cierto?
-         JaJaJaJaJa. Eres la leche, JaJaJaJa. Sí, seré tu maestra, por eso vengo, para arreglar las cosas con Shril, al fin y al cabo, él es quien presentó tu candidatura y quien piensa responsabilizarte. Pero ahora no hay tiempo de hablar de ello, ¿has visto al alado?
-         Supongo que te refieres a Shrilka. No, pero sé cómo llamarle… esto… ¿vienes conmigo?

Sharick siguió sonriendo y la cogió del brazo poniéndola justo delante de sí, no sin añadir una “palmadita” en la espalda.

-         Esas dotes de mando, di que sí, peque.


Ya han contactado con el dragón y, sin saber muy bien cómo, Mónica se ha visto envuelta en una batalla de egos por ver quien “llamaba a los Adultos para darles la noticia”.

Menuda frase, han repetido lo mismo mil veces y aún no me dicen qué diantres significa. Al menos podrían hacerme caso, después del momento que me ha hecho pasar la loca esta, porque será una maestra y todo lo que quieras, pero la tía está como una regadera…

-         Shrilka, ¿me dices de una vez qué coño está pasando?
-         No digas tacos, Mónica, ¿qué van a pensar de la educación que te he dado?
-         Vale, no les digo, pero ¿me dices tú lo que te he preguntado?
-         Ahora lo ves – esa cara de expectación de Sharick provocó en Mónica el mismo efecto.

De repente Mónica empezó a marearse y una luz blanca tremendamente intensa la cegó instantáneamente. Era la misma sensación que cuando viajaba con Shrilka a aquel mundo al que pertenecía Sharick, así que la emoción fue en aumento en el interior de Mónica, porque ese lugar le encantaba, era su hogar. Así que, aunque no sabía qué iban a hacer, sabía que su compañero nunca haría nada que le hiciera daño.

No iremos a empezar ya el entrenamiento con Sharick, ¿no? Que esta tía está loca, si no sentamos antes las bases, me mata… ¡Shrilka, socorro! ¿No me irás a dejar en manos de esta psicópata?

El dragón pareció haber escuchado aquel comentario, ya que empezó a reír sonoramente y le dedicó unas palabras a Sharick en un idioma que Mónica no entendió, pero que por la reacción de esta, tendría que ver con la joven.

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