domingo, 29 de noviembre de 2015

Odioso - #Versato



Nunca tuve tanto que agradecerle
hasta que lo vi ahí parado,
en el mismo lugar de siempre,
perfectamente tranquilo,
impasible e impoluto.

Como si el paso de los años
no le hubiese afectado,
como si nadie lo hubiese tocado
desde aquel día,
como…
como si realmente
hubiese decidido quedarse a esperarme,
por si necesitaba su ayuda..

Siempre lo detesté, bien lo sabe,
lo odié desde el primer día
que lo vi entrar por la puerta,
de tu mano.

Y empiezo a creer que quizás
por eso sigue ahí quieto,
mirándome,
como si me desafiara a seguir odiándolo
después de haberse quedado,
como diciendo “soy el único
que puede ayudarte”
y, joder, ¡qué razón tiene!

Aunque odie admitirlo,
es el único que recuerda tu colonia,
el tacto de tu piel
o el olor exacto de tu pelo mojado…

Es el único que conserva tu aliento,
y, en cualquier otro momento
le odiaría por ello,
pero no hoy,
hoy
me da igual por qué sigue aquí
o en qué momento llegó hasta mi casa,
me da igual que pique, que raspe
o que no pegue con mis ojos llorosos,

hoy
le debo tu último y más cálido abrazo,
tu mejor
 e insuperable
obsequio.



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