¿Qué no daría
a su mirada limpia y clara?
A esos ojos
que apenas empezaron a ver el mundo
y no saben aún de sus maldades.
Ella mira y ve paisajes,
dragones,
hadas,
diamantes...
Juega a hacer castillos de arena
sin saber si durarán más los de aire.
¿Qué no daría
a sus manos ceniza?
plagadas de sueños,
vacías de nada.
Si es que la miro
y veo el mundo
abriéndose a su paso.
Y en sus retinas
el brillo de esa vida
que aún no se ha planteado.
¿Qué no daría
a sus palabras dulces?
esas caricias de color
que pintan de esperanza mis madrugadas
Ella mira y ve la magia,
ella mira y ve la alegría…
Ella
simplemente mira;
sin darse cuenta
de que se ha convertido
en lo más importante de mi vida.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: