martes, 29 de diciembre de 2015

Naufragio


Nudos desgastados y cadenas
deshilachadas,
luchando por retener la esencia
de lo que un día pudo
o no
ser un barco a la deriva.

Aferrándose con cada garra
aun rota,
que persiste en su mano más frágil,
al último rayo de sol
que ayer noche
pudieron robarle al día.

Marineros ahogados en lágrimas
atragantadas,
no saben que aquel velero,
al que veían partir a diario,
ha encallado en su isla,
la mía…

Cadenas oxidadas y salvavidas
hundidos,
no pueden recuperar los vientos
a los que canta la luna…
y así el náufrago
es el único
                que sabe de la vida.


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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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