sábado, 9 de enero de 2016

Cómo acaba...


Rompe el cielo en sus ideas,
ahuyenta el grito ronco del volcán,
la esfinge que hoy sustenta en su podio
el códice efímero de la vida eterna
se resquebraja…

Aúna con esmero los restos de su alma.
Ra, Atenea, Venus…
¿A qué dios hablarle de la locura?,
¿a quién entregarle el ánima?
¿Y a qué precio?

En su mirada el brillo de la luna,
en su pecho el fuego que arde bajo el mar. 
Cruel final,
cruel final….

Tiñe el viento con sus alas,
una sombra le alumbra desde el cristal,
el sentido de la vida se empeña en ocultarse
entre los roídos muebles de una antigua vida…
¿quién tiró las llaves, quién las quiso ahogar?


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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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