Me has pedido que te ignore,
que no
te hable,
que no
te nombre.
que no
pelee,
que
permanezca inmóvil…
Intentas
cortar mis alas,
podar
mis ramas,
volverme
dócil.
Pero si
tanto me odias
córtame
la lengua,
arráncanos
las voces.
Te
enfrentas a un pueblo obrero,
llegó el
momento
de
dejarse de sobres.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: