Voy
a intentar,
en
pocas palabras,
definir
la absurda abstracción física,
el
estado de letargo,
el
cansancio,
la
desidia,
la
desilusión,
el
rechazo,
el
anhelo,
la
imaginación explotando en tu cabeza
sin poder hacer nada,
la
impotencia de la retención,
la
presión,
el
miedo,
el
fuego de la ira,
las
ganas de gritar,
el
sabor del desconocimiento…
O
la ilusión
de descubrir un mundo nuevo,
las
ganas de inventar un idioma propio,
el
primer flechazo,
el
brillo del otoño,
la
emoción de un problema
resuelto con éxito,
esa
primera aventura con los amigos…
O,
en pocas palabras;
un
día de colegio.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: