Mi bolígrafo de la suerte
se ha cansado
de borrarse solo,
para que no escriba más de ti.
Cada hoja
que arranqué del diario
se ha ido solita a la basura
y se ha quemado…
Así de hija puta fuiste,
así de hecha mierda me dejaste,
que tan sola como estaba
sólo me consolaron los versos,
esos que tuve que auto-dedicarme
dormida
en algún sueño perdido
entre tus mil pesadillas…
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: