martes, 23 de abril de 2019

Sin editar - Acordes sordos

Sus dedos ágiles
encerraban promesas 
entre giros de muñecas,
y, sin manchar su voz,
perfilaba al aire 
los secretos mejor guardados...

Controlaba el tiempo en el suspiro,
hablando entre parpadeos y caídas de ojos.

Daba tono a las canciones con el cuerpo,
trabajaba las tensiones con chasquidos 
y, entre pausas,
lanzaba el final perfecto para coronar su danza
en un 
silencio 
absoluto.

Su cuerpo hablaba,
sus manos reían,
sus ojos eran viejos sabios... 
siempre ciertos.

Toda ella era un enigma:
con piezas de las que no encajan,
con fallos bañados en oro
y, ante todo,
artesana de las letras y creadora de sentidos.

La eterna sombra del viento...
Sus oídos no escuchaban la cadencia,
pero ella
era el tempo. 

Espectáculo Signo-Danza · compañía Arymux
 

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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