Volver, regresar, reencontrarse...
Desempolvar la rutina de lo que fue tu pasado
y notar que todo está igual
solo por un segundo.
Aunque sepas que hay algo que falta,
y su ausencia te grite en cada esquina.
Pese a ver que ya no hay vida
en el rincón que iluminabas
y sólo queda la sombra
del brillo que solía rebosar en tu refugio.
Saborear la vida que tenías,
antes de mirar tu vieja habitación
y admitir
que ya no es tu rincón del mundo.
Volver,
a veces simplemente volver,
empaparse de lo que dio forma a tus piezas,
es lo que te abre los ojos
para enfrentarte al vacío
y empezar a crear de la nada,
tu pedazo del todo.
Por las historias que rondan tu mente. Por las ganas de cambiar el mundo. Por las rimas. Por la música. Por el arte... El primer puercoespín enamorado de las letras comparte sus cuadernos de poesía. Cuidado, puede ser muy dulce o utilizar sus púas.
miércoles, 11 de septiembre de 2019
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: