martes, 14 de octubre de 2014

Sin editar - Algo más libre que el verso

Con cada una de mis respiraciones
tu imagen nítida se deshace ante mis ojos,
tu recuerdo se perfora y difumina
como quien quema en cuencos de barro
las viejas fotos.

Con cada inhalación, un nuevo pensamiento;
con cada exhalación, uno antiguo que se quema.

Y aunque pensé que era lo que quería, me asusta,
hasta el punto de llegar a paralizarme el miedo.
Yo no quiero olvidarte,
pero al paso que arden las imágenes,
                                mañana, tal vez, ya no quede nada nuestro.

Mas me doy cuenta ahora de que ni el fuego puede matarlos,
de que quemar tus recuerdos tan solo irrita mi garganta.
Tu presencia en mi cabeza me taladra los sentidos
pero no quiero que te vayas, no sé vivir sin tu voz
en mis oídos.

Tan solo te pido tiempo, tiempo...
Un minuto de silencio para tratar de hacerme a la idea.
Pues si cada día voy tirando con un minuto sin ti,
tal vez llegue un momento en que sepa vivir conmigo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

Lo más leído