domingo, 12 de abril de 2015

Gracias por todo



No he llevado flores a tu tumba
ni me despedí de ti en el cementerio,
pero te velé a mi manera;
con las lágrimas rotas y el corazón ahogado.

No puedo afirmar que te quisiese,
pero sí que llegué a admirarte y me duele,
porque creo que el mundo
no estaba preparado para perderte.

Dejaste un digno legado,
marcaste una y mil vidas
(tantas como alumnos pasaron por tus manos).
Nos cambiaste un poquito a todos,
y hoy por ti somos quienes somos;
apoyaste a cada uno con sus sueños,
empujaste a quien aún no daba el paso,
abriste la puerta que tanto miedo nos daba abrir…

Y por eso, por ser tú,
por hacer lo que te parecía más fácil,
por eso,
te llevaré siempre en el recuerdo.

Gracias,
por mí y por todos mis compañeros,
por todo lo que no supimos ver entonces
y que ahora echo tanto de menos.


2 comentarios:

  1. Qué bonito y emotivo.
    Mil besos y abrazos, bonita

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    Respuestas
    1. Gracias, Ju, la tía se merecía eso y más.
      Otros mil (y uno más de regalo) para ti, preciosa

      Eliminar

Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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