jueves, 2 de abril de 2015

Una niña tonta



Una niña tonta decidió un día dedicarle una sonrisa al sol, aguantar la mirada a la luna y decir adiós a cada estrella antes de irse a dormir.

Una niña tonta decidió contar las horas del reloj y jugar a adelantarlo en la cuenta, a ganarle la batalla al tiempo.

Una niña tonta descubrió un día una cabaña abandonada cerca del río y decidió ir cada día 1 del mes para ver si crecía allí algo más que la oscuridad.

Una niña tonta decidió un día que sonreiría a cada persona que viera en la calle y la hiciera reír.

Una niña tonta decidió atar su vida a la de una vieja libreta arrugada, llevándola consigo hasta el fin del mundo para nunca dejar de escribir.

Una niña tonta decidió un día apuntar todos sus deseos en una vieja y arrugada libreta para no olvidarse nunca de luchar por ellos.

Una niña tonta decidió un día que quería dedicarse a ayudar a los demás y que siempre intentaría ayudar a quien lo necesitase, pasase lo que pasase.

Una niña tonta decidió que nunca jamás crecería como los demás, sino a su manera; cuerpo de mujer y mente de niña.

Una niña tonta decidió dejar de quejarse y aprovechar las cosas buenas de la vida y disfrutarlas al máximo.

Una niña tonta decidió un día que sería valiente y decidida sólo cuando fuese necesario, porque ser pequeña también era divertido.

Una niña tonta decidió que el amor tenía que ser, ante todo, placentero y no quería tener que sufrir nunca jamás por amor.
 
Una niña tonta tomo la decisión de cuidar a las personas a las que quería y decírselo a menudo.

Una niña tonta jamás dio importancia a las apariencias ni al famoso “¿qué dirán?” porque había decidido ser ella misma y caerse bien.

Una niña tonta decidió un día que si todo lo anterior la convertía en una niña tonta, sería una niña tonta con mucho orgullo, llevaría incluso una chapa que así la definiera y daría las gracias a todo aquel/toda aquella que volviese a llamarla “niña tonta”, porque así era ella y eso no podía ser ningún insulto.


Hoy os cuento la historia de aquella niña tonta, porque he encontrado una libreta vieja y arrugada en una cabaña cerca del río. Cada página tiene un sueño realizado, un recuerdo, una sonrisa, una mirada y una despedida a las estrellas. Al lado de la libreta hay un montón de chapas, y no hay nada más en la cabaña (a simple vista) así que espero encontrarme el próximo 1 de mes con aquella niña tonta a la que llevo persiguiendo tantos y tantos 1 de mes.

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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