domingo, 21 de junio de 2015

Mi gente humilde



Hoy me rodea gente humilde;
gente que se merece la luna,
el sol y cada estrella del cielo.
Gente que lucha y que no se rinde,
que sonríe y que ayuda a los demás
pese a tener el dolor clavado en el pecho…

Es gente valiente, dura, segura y fuerte,
es mi gente.

Personas que se levantan tras la caída,
y levantan al compañero consigo.
Personas que están ahí, que te apoyan,
que, si es necesario, lloran contigo…

Son mis estrellas, mis guías,
el motor que me empuja a seguir andando
y la mejor lección que me han dado en la vida… 



He conocido personas increíbles a lo largo de este año y de toda mi vida; personas que han luchado siempre por lo que creían justo, por lograr sus sueños, por mejorar el mundo... Todas ellas tienen un pasado y una historia que merece la pena escuchar, y todas ellas me han concedido el honor de escucharlas. 
Son personas que creen ser "normales" (sea lo que sea lo que eso signifique), pero que yo sé que son extraordinarias, que son fuertes, que son únicas y que se merecen todo lo bueno de este y de cualquier otro mundo. 
Por todas ellas, este insignificante poema, para intentar decir que aquí me tenéis y que es un honor teneros cerca, que me habéis enseñado a luchar y seguir adelante, a ser fuerte y a saber llorar cuando es necesario.
Gracias, gente, me alegra decir que se os quiere.

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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