Sentir,
al tacto de las teclas,
la distancia que me separa de tu pecho
y acariciar la pantalla,
como si realmente
permanecieras oculta tras ella.
Cantar
la canción que aún no sabes que te dedico,
la que lleva tus acordes,
tu voz
y tu melodía,
la que completa una habitación
que ha guardado tu sombra.
Dibujarte
en mi memoria,
porque a veces te diluyes…
No ser
sino contigo,
deseando
que el cuento
no termine nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: