que no esperes que sea otro quien me encuentre
y me lleve a tu regazo deseosa de verte.
Que me llames, que des el primer paso,
que te muevas, por una jodida vez,
mueve el culo por la persona a la que se supone que quieres.
Que mucho hablas de batallas, de no rendirte, de caminar erguida,
pero permaneces quieta
como la estatua de hielo que eres.
¡Que te follen!
Que ojalá sientas en tu propia piel lo que duele,
que te paguen con la misma moneda,
y, al fin, te quemes.
¿Preguntas por ahí que por qué no te llamo?
Pues ahí tienes la respuesta, ¿qué te parece?
Este texto me lo ha cedido una buena amiga que me ha pedido firmar como "Zene", así que ahí tenéis su obra, espero que os guste tanto como a mí.
Gracias, enana, por cedérmelo. Espero que no sea el último que veamos por el blog ^^
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: