Pasajero de mi vida,
vengo a decirte un secreto:
este viaje... piloto yo.
Si un día cambia el destino
y no te interesa el rumbo,
yo te invito sutilmente a marcharte
y a seguir tu vuelo.
Quizá en el camino
se crucen nuestras estelas
y volvamos a marchar
en el mismo sentido.
Tranquilo,
yo no te guardaré rencor,
pero este es mi cuento
y, por una vez,
voy a decidir yo,
voy a pensar en mí
voy a dejarme soñar...
Y tú puedes elegir hacer lo mismo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: