Parar.
Respirar tan fuerte que se te hinchen las alas.
Abrir los ojos.
Hacer oídos sordos.
Gritar.
Al borde del precipicio o a 3 metros bajo el suelo...
Romper las ilusiones.
Acortar los principios.
Alargar los finales.
Desmentir las verdades.
Confinar los miedos.
Salar las heridas.
Vivir
sin sombras en la oscuridad.
Descubrirte.
Escucharte.
Ser
sin moldes ni sabiduría vox populi.
Desaparecer en instantes.
Recuperarte en instantáneas.
Correr sin motivo.
Llorar sin prisa.
Desahogarse.
Desentenderse.
Despreocuparse.
Fortalecerse.
Reagruparse.
Por poco que la vida nos deje
hacer nuestro cada suspiro
y sobrevivir las tormentas
tronando cuando nos ahogue el viento.
Por las historias que rondan tu mente. Por las ganas de cambiar el mundo. Por las rimas. Por la música. Por el arte... El primer puercoespín enamorado de las letras comparte sus cuadernos de poesía. Cuidado, puede ser muy dulce o utilizar sus púas.
martes, 21 de abril de 2020
Tormenta
Etiquetas:
cuarentena,
libertad,
mujer,
naturaleza,
poesía,
reflexión,
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No encuentro palabras suficientes, ni sinónimos necesarios... Tu cuerpo no tiene nombre, ni tus besos, adversario.

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: