La memoria va pasando lenta
entre ramas de pino,
arañando recuerdos,
creando llagas en el propio olvido.
Llagas por las que escapan las horas,
y donde se enredan cada vez más los hilos.
Una vida que se va difuminando
según se va ignorando lo vivido.
Los momentos se enredan entre sí
en un perfecto abanico
y se apartan así del mundo
a medida que acabo este escrito.
Bueno, este os le debía por no haber podido subir nada ayer =)
Espero que os guste
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: