El viento, las hojas, los rayos del sol.
Un suspiro, mi pelo y este ardiente amor.
Se dice que vienen a ser lo mismo,
que son ingredientes de un mismo guiso.
Mas la vida pasa, y pasa mi optimismo,
el querer se convierte en nada
y la nada me lleva al vacío,
al fuego, el tiempo lo apaga
y al tiempo lo acompaña el olvido.
Te olvidé sin quererlo,
de la misma forma a como te hube querido,
y hoy el viento es sólo viento
y hoy las hojas están sólo en los libros
y los rayos del sol son rayos vacíos.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: