Eligió su destino
No
quiso depender de nadie
Y
eligió su destino.
Se
hartó de oler las rosas,
se
cansó de sujetar la carga,
No
hubo ni tan siquiera una carta,
no
dejó un adiós ni un escrito.
No
recuerdo sus últimas palabras
porque
tal vez jamás las dijo.
Me
dijeron que tenía que olvidarla,
que
hiciera como que no había sucedido,
sobre
todo, que no me culpara,
que
no tenía nada que ver conmigo.
Ella
lo era todo.
Ella
no necesitaba nada.
Ella
era fuerte…
Y
eligió su destino.
Yo
jamás pensé que lo hiciera,
no
supe ver lo que sufría,
no
sabía que llegaría tan lejos,
que
sería ella misma
quien
eligiera su propio destino.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: