Nos quedamos sin historias que contarnos,
sin mentiras a medias, ni sueños reinventados...
Ya no encajan tus dedos en el hueco de mis manos.
Quizá llegó el momento de callarnos.
Ahora que tu boca no baila con la mía,
que mis versos se escapan sin rozarte los pliegues...
Ahora que no quedan lenguas que canten nuestra historia...
estas memorias se escriben en capítulos separados.
Perdimos la pasión que nos unía,
se rompió el hechizo que guardaba nuestra magia.
Cambió el camino en una curva cerrada
y volcó la utopía de este tren hacia ninguna parte.
Ahora que la noche se hace larga sin aullarnos,
que la luna ya no junta nuestros nombres en su media sonrisa,
Ahora que ya no sobran las palabras...
nos pesa más el vacío de esos ojos callados que antes gritaban romances.
Nos olvidamos del brillo que nos desdibujaba,
y dejamos de perfilarnos a oscuras
sintiéndonos en pieles ajenas,
que conocíamos mejor que las propias.
Dejamos de contar historias
y el final llegó a su última línea
sin que nadie tratara de frenarlo.
Por las historias que rondan tu mente. Por las ganas de cambiar el mundo. Por las rimas. Por la música. Por el arte... El primer puercoespín enamorado de las letras comparte sus cuadernos de poesía. Cuidado, puede ser muy dulce o utilizar sus púas.
viernes, 28 de febrero de 2020
martes, 25 de febrero de 2020
Cambiar el mundo
De nuevo, la noche nos dio para mucho, así que aquí está el otro cadáver exquisito a 5 manos. Esperamos que os guste (los nexos están editados para darle un poco más de unión):
¿Y si esta noche cambiamos el mundo?
Ese maravilloso, cuando, a nuestro alrededor, tus manos me bailan la cintura...
Aquella en la que llevaba colgada un mar de contradicciones.
Siempre nos gustaron las dicotomías
Dudando entre dar un paso o desistir
de comernos a besos.
Esos que sosiegan la sed de mi alma
y suben como una enredadera por tu cuerpo,
que es tan sólo un envoltorio,
que puede acabar en la papelera.
domingo, 23 de febrero de 2020
El concierto que no sucedió
Cadáver exquisito a 5 manos que apenas se conocen. Algunas acostumbradas al mundo de las letras y otras al tacto de un buen libro... Ya sabéis cómo va la dinámica, así que me voy directamente al resultado, disfruten:
~ Sandraggo, Sara Lugarda, Maribel, Pablo y este Puercoespín ;)
El concierto nunca sucedió
aquella noche de febrero...
Me gusta el invierno con nieve.
Nieve cuajando en tu acera.
La niña de las flores en la cabeza, descansa sentada,
como si no pasase el tiempo,
ese que se escurre poco a poco entre los dedos...
Tu piel aún es cálida mañana,
ayudándome a reavivar mis ojos.
Miraba fijamente la sombra que tenía enfrente,
un espejo maldito, que nunca supo mentir.
miércoles, 19 de febrero de 2020
Día libre
Guardé mi esencia en tarritos pequeños,
conservé el manual de efectos secundarios
para esconder los adversos donde nadie los distinga.
Me inventé un paraíso de papel
para las noches de lluvia,
dibujé constelaciones nuevas en el techo
con pintura oscura.
Dejé que el viento me llevara sin resistencia,
cerré los ojos de camino y toqué tierra, mar y aire por igual.
Manché las hojas del diario,
dejé de crecer raíces
y rompí cicatrices para que jamás sanaran.
Lo que hoy queda de mí es la definición de ausencia,
pero sigo traduciendo rimas entre líneas,
dejando versos sueltos en tu puerta
para hacerte salir a bailar bajo la luna.
Sigo dándome por completo en los abrazos,
bañándome en el rocío mañanero
y quemándome estelas que no dejen marca.
Allí donde nadie lo vea, sigo dejando retazos
de lo que pudo haber sido y lo que jamás logré;
de las metas que dí por perdidas y guardan su banda intacta
a la espera del corredor de línea que las haga caer.
Hoy el sol nació dormido
y el cielo se ha quedado en blanco,
quizá mañana levante de nuevo brisa o arcoíris,
de momento hoy...
este artista libera la paleta.
conservé el manual de efectos secundarios
para esconder los adversos donde nadie los distinga.
Me inventé un paraíso de papel
para las noches de lluvia,
dibujé constelaciones nuevas en el techo
con pintura oscura.
Dejé que el viento me llevara sin resistencia,
cerré los ojos de camino y toqué tierra, mar y aire por igual.
Manché las hojas del diario,
dejé de crecer raíces
y rompí cicatrices para que jamás sanaran.
Lo que hoy queda de mí es la definición de ausencia,
pero sigo traduciendo rimas entre líneas,
dejando versos sueltos en tu puerta
para hacerte salir a bailar bajo la luna.
Sigo dándome por completo en los abrazos,
bañándome en el rocío mañanero
y quemándome estelas que no dejen marca.
Allí donde nadie lo vea, sigo dejando retazos
de lo que pudo haber sido y lo que jamás logré;
de las metas que dí por perdidas y guardan su banda intacta
a la espera del corredor de línea que las haga caer.
Hoy el sol nació dormido
y el cielo se ha quedado en blanco,
quizá mañana levante de nuevo brisa o arcoíris,
de momento hoy...
este artista libera la paleta.
domingo, 16 de febrero de 2020
Contraluz
Te diluyes,
te evaporas,
te deshaces en mi mente,
o tal vez sea sólo que te olvido.
Vuelve el miedo a mis memorias,
al pensar que ya no tengo tan siquiera
el eco de tu nombre en los oídos,
el recuerdo de tu piel color caliza,
tu sombra en la madrugada borrosa
donde di mi primer beso...
No sé si fueron tus labios,
si sabían a esperanza o a delirio,
si fui yo quien se abrazó a tu cintura
o tus manos, resbalando por mis hombros,
los que me unieron a tu olor
por otra vida.
He perdido la ilusión de tu mirada,
tengo el sabor en la lengua
de todas las fantasías apalabradas,
pero no guarda imagen alguna
mi migraña indefinida,
y si trato de reencontrarme en tu figura
siempre llega el miedo a contraluz
tapando todos los rasgos
ajenos a tu sonrisa.
te evaporas,
te deshaces en mi mente,
o tal vez sea sólo que te olvido.
Vuelve el miedo a mis memorias,
al pensar que ya no tengo tan siquiera
el eco de tu nombre en los oídos,
el recuerdo de tu piel color caliza,
tu sombra en la madrugada borrosa
donde di mi primer beso...
No sé si fueron tus labios,
si sabían a esperanza o a delirio,
si fui yo quien se abrazó a tu cintura
o tus manos, resbalando por mis hombros,
los que me unieron a tu olor
por otra vida.
He perdido la ilusión de tu mirada,
tengo el sabor en la lengua
de todas las fantasías apalabradas,
pero no guarda imagen alguna
mi migraña indefinida,
y si trato de reencontrarme en tu figura
siempre llega el miedo a contraluz
tapando todos los rasgos
ajenos a tu sonrisa.
miércoles, 12 de febrero de 2020
Apuesto
Me apuesto el miedo
a que esta vez ganamos.
Apuesto la risa
a que consigo que me añores
al menos por un segundo.
Me apuesto el olvido,
me apuesto el recuerdo,
a que consigo que un abrazo
rompa todos tus escudos
por completo,
quizá no tenga por qué ser el mío.
Apuesto el todo,
el alma,
el sueño,
me aferro a esta mano sin dudar siquiera.
Si me atreviera a lidiar con genios y gigantes,
apostaría mis promesas contra tus deseos,
y lograría quedar en tablas
dejando tus deudas en bancarrota
y el mundo con magia de oferta.
a que esta vez ganamos.
Apuesto la risa
a que consigo que me añores
al menos por un segundo.
Me apuesto el olvido,
me apuesto el recuerdo,
a que consigo que un abrazo
rompa todos tus escudos
por completo,
quizá no tenga por qué ser el mío.
Apuesto el todo,
el alma,
el sueño,
me aferro a esta mano sin dudar siquiera.
Si me atreviera a lidiar con genios y gigantes,
apostaría mis promesas contra tus deseos,
y lograría quedar en tablas
dejando tus deudas en bancarrota
y el mundo con magia de oferta.
Foto de Gerlos |
jueves, 6 de febrero de 2020
Sin editar - caminante
Al final se trata de saber huir,
de alejarse del daño sin mirar atrás,
de no mantener contacto con quien fuiste...
Aparentar tan bien que hasta llegues a dudarlo.
Inventarte el futuro que siempre quisiste
y dejar que todo lo demás se adapte hasta "lograrlo".
No es cuestión de destino,
sino de elegir bien el viaje
y bajar en la parada que mejor se adapte,
a ser posible con el menor número de bajas.
Al fin y al cabo no somos más que eso:
pasajeros, navegantes, transeúntes...
tan únicos y tan iguales
como el resto.
de alejarse del daño sin mirar atrás,
de no mantener contacto con quien fuiste...
Aparentar tan bien que hasta llegues a dudarlo.
Inventarte el futuro que siempre quisiste
y dejar que todo lo demás se adapte hasta "lograrlo".
No es cuestión de destino,
sino de elegir bien el viaje
y bajar en la parada que mejor se adapte,
a ser posible con el menor número de bajas.
Al fin y al cabo no somos más que eso:
pasajeros, navegantes, transeúntes...
tan únicos y tan iguales
como el resto.
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