BAILE
DE SILLAS
Cap.
11 –
Es el día siguiente y
he el número de WhatsApps, llamadas perdidas, mensajes e e-mails ha aumentado
desorbitadamente, así que he decidido leerlos y hablar con quien se esté
tomando tantas molestias para hablar conmigo.
Quitando los mensajes y
demás de mi madre o de la gente de clase, me quedan varios mensajes de Marie
asegurando que “TENEMOS que hablar”, un par de ellos de Willow que no sabe qué
está pasando ni por qué Aly no le cuenta donde estuvo anoche y, por último pero
no menos importante, Aly quiere que hablemos de lo que pasó y no sabe qué
quiero que haga, si contárselo a los del grupo (en el cual, por cierto, parece
ser que me han readmitido) o que sea algo entre nosotras.
He llamado a mi madre
para que no se preocupe y a Willow para decirle que todo está bien y que ya se
enterará cuando nos aclaremos todos. Es el momento de hablar con Aly… ¿Qué haríais
vosotros? ¿Le digo que me gusta y que quiero repetir? ¿Me hago la tonta como
que no sé de qué habla?...
*Llamada telefónica con
Aly*
A- ¿Sofía?
S- Sí… so.. soy yo
A- Vaya, tartamudeos…
Mal empezamos, ¿estás bien?
S- Sí, sí, tranquila,
es sólo que.. bueno..
A- Que no sabes cómo
hablar de esto, ¿me equivoco?
S- Supongo que es eso
A- Bueno, para mí
también es raro.. Pero creo que tenemos que hablarlo, ¿no?
S- Tienes razón
A- Mucho mejor, pues..
¿y ahora qué?
S- Ni idea, fuiste tú
quien dijo que me necesitaba
A- Y tú la que me besó
S- No te negaste
A- Ni tú a que te
necesitara
S- Ya, bueno… Y ¿a qué
te referías?
A- No lo sé, supongo
que me gustas más de lo que yo creía
S- Supongo que tú a mí
también
A- Entonces… ¿Estamos…
saliendo?
S- No sé, ¿es lo que
quieres?
A- Creo que sí, ¿y tú?
S- Creo que sí
A- Si es así, no quiero
tener secretos para ti, así que.. ¿hay algo que quieras preguntarme?
S- ¿Cómo supiste dónde
estaría?
A- No sabía que estabas
allí
S- ¿Por qué fuiste,
entonces?
A- Nunca lo he sabido explicar,
es mi lugar secreto.. bueno, lo era.
S- También es era
el mío
A- Una cosa más que
tenemos en común
Las dos estábamos
sonriendo como un par de bobas con cada frase de la otra, y la verdad es que a
partir de ahí fue bastante más ñoño y cursi, así que creo que voy a dejarlo y
os cuento dentro de un rato cuando nos veamos a la puerta de clase ;)
*Tres horas después, en
la cafetería*
Aquí estamos todos los
Rollernoters de nuevo a la mesa, por cómo me mira Willow, creo que Aly le ha
contado ya lo que pasó el otro día, aunque hemos quedado que no contaremos nada
al resto de Rollernoters hasta que no hablemos nosotras dos y nos aclaremos.
También le he dicho a Aly que quiero hablar con Marie y saber qué es eso que
tanto interés tiene en contarme, al fin y al cabo a mí no me ha hecho nada malo
y sigo sin entender por qué no hacen las paces y vuelve al grupo.
-
La próxima vez que te echemos del grupo,
primero nos haces los cambios en las coreos, Ritmo de Hierro – bromea Marco
-
Vale, eso está hecho, aunque espero que
no me echéis, por lo menos, hasta el año que viene.
-
Apoyo la moción – añade Rocío
-
Todos lo hacemos, ¿verdad Aly?
-
Claro, Will. Y creo que debo una
disculpa a Sofía delante de todo el grupo. Me pasé tres pueblos y no tienes
culpa de nada, así que… ¿me perdonas?
-
Mmmmm. Sólo si me das tu postre
-
¡Hecho! – me guiña un ojo y ya
definitivamente todo vuelve a la normalidad.
Después de la comida
hay una clase extra de volumen para terminar el proyecto que hay que entregar
la semana que viene, así que aprovechamos que Aly y yo ya lo tenemos hecho para
saltarnos esa clase y pasar un rato juntas y a solas.
Al principio no
sabíamos muy bien qué hacer, pero desde que le he dado la mano, todo está yendo
genial, hemos hablado y hemos dejado claro que queremos intentarlo y que las
dos sentimos algo hacia la otra desde hace ya tiempo.
-
¿Por eso entraste al grupo?
-
¡Egocéntrica! No, siempre he sido
bailarina.
Su cara es un poema,
que pena no haberle hecho una foto, tendríais que verla; mira la silla como si
fuera la primera vez que me ve sobre ella y no sabe qué decir.. ¡Qué mona está!
-
No muerde
-
¿Qué?
-
La silla, digo, que no muerde Jejeje
Como te has quedado mirándola como si fuera un fantasma
-
Bueno… es que yo…
-
Jejejejejejejejejejeje
-
No te rías de mí, mala persona, encima
de que me callo para no meter la pata.
-
Será por eso que yo no me callo nunca.
- Pues a ver si así… - se ha acercado y
llevamos besándonos desde entonces, ya no sé cuánto tiempo ha pasado.
Si es un sueño, que nadie me
despierte, ¡por dios! Si es que besa demasiado bien… Te pierdes, Sofía, te
pierdes…
-
Siento molestar, pero… - se le ha
quebrado la voz, supongo que al reconocernos.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: