Quise rozar tu piel
y mi mano resbaló,
fui a probar tu boca
pero esta se apartó,
sabía a sal el aire
que acompañaba tu voz...
Entonces me di cuenta
no éramos ni tú ni yo
que había creado el desamor...
Su cuerpo, a base de agua
no mostraba emoción,
pero al darle la espalda
habló:
"Dicen que llorando
se
limpian las
miradas,
así
que no tengas miedo
el
llanto es sólo agua."
Entregado el mensaje
desapareció
y en aquella playa a oscuras
sólo quedé yo.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: