Ahora
que las sonrisas son fingidas
y
mandamos callar a los corazones.
Ahora
que no hemos vuelto a jugar
por
si se nos escapan las verdades
que hoy son secretos.
Ahora
que no podemos estar juntas,
porque
extrañamos los besos
y que
se buscan nuestros ojos,
hasta
encontrarse sin esfuerzo,
pero
tímidos los apartamos
por
miedo a lo que vemos en ellos.
Ahora
que ya nada es como antes
y no
sabemos bien por qué...
Ahora
que no entramos en detalles
y hablar
a solas pasó a ser un recuerdo.
Ahora
que verte entrar por la puerta
es mi mayor aventura…
Ahora
es
cuando más necesito ese primer abrazo
(ese
que ya no me atrevo a pedirte)
y cuando
más añoro tus mensajes
(testigos
de esa complicidad
que nació en el primer saludo).
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: