Si cuando aprendas a volar
les da por cortarte las alas,
o te dicen que los sueños
no son más que cuentos de hadas,
ven, que yo te vuelvo a enseñar.
Tú y yo volaremos sin alas,
desdibujaremos sonrisas,
y, en el momento en que me mires,
entraré en la fantasía de tu falda.
y allí no existirán las prisas,
pues pesan demasiado para soportarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: