miércoles, 28 de mayo de 2014

Baile de sillas - cap. 5



BAILE DE SILLAS

Esta historia trata de una chica algo frustrada cuyo único sueño es bailar. Lo consigue al llegar al instituto nuevo en LA, la única pega es que para hacerlo ha tenido que mentir. Cuando llega al instituto ha tenido un problema en las piernas y va en silla de ruedas, al principio piensa que es un gran problema, pero descubre que gracias a ello encaja a la perfección y es totalmente aceptada por sus compañeros, cosa que rara vez le había pasado. Pensó que era su silla de ruedas lo que gustaba a la gente, así que aunque ya no necesitaba la silla, la seguía usando. Estuvo bailando con ella, cantando y encajó perfectamente en un grupo que se hizo famoso, no solo en el instituto, sino también a nivel estatal. Es en ese grupo donde conoce a una chica de la que se enamora, aunque al principio hay problemas por su miedo al rechazo, finalmente salen juntas y todo es perfecto, hasta el momento en el que la descubre bailando de pie y todo se desmorona. ¿Qué hará esa chica al saberlo? ¿Y la protagonista, volverá a bailar?



Cap. 5-

Aún no me lo creo, acabo de llegar a la casa y ¿qué me encuentro? Velas, rosas, música lenta… ¿Qué narices está pasando aquí? ¿Marie cree que… bueno, que ella y yo…? Pues lo lleva claro, ¿quién se ha creído?

-         Sofía, no pongas esa cara, chica que no es lo que piensas.
-         ¿Ah, no? ¿Y qué pienso exactamente?
-         Jejejeje, venga, que esa cara lo dice todo… ¿No estás para bromas, no? Está bien, entra, hay mucho que explicar.
-         Y que lo digas – obviamente ha sido un susurro, pero es que realmente no entiendo nada

La música venía de una pequeña radio antigua que Marie ha apagado nada más entrar, ha explicado que ha tenido otra visita antes que yo para hacerle una sesión de fotos y que había preparado las cosas para dar ambiente y que el resultado fuera lo más creíble posible… Supongo que no tengo por qué desconfiar… Además, ¿qué más da que haya hecho otra cosa? Mientras no sea conmigo, que haga lo que ella quiera, ¿no?

Salvo por ese detalle, la casa está igual, exceptuando un par de focos y una tela que divide una de las esquinas como creando otra sala… Luego quizá pregunte qué es, pero ahora he venido a hablar de Aly…

-         Siento sonar borde, pero habíamos quedado para terminar lo que no me quisiste contar ayer… y si dices que es largo… quizá haya que ir empezando, ¿no?
-         Claro, toma – me lanza una lata de refresco – toma un trago.
-         Gracias
-      De nada – Se ha tirado en la silla como si la cosa fuera para largo… Espero que no de demasiados detalles innecesarios, me vale con mi imaginación – Como te conté ayer, yo me enamoré de Aly en cuanto la vi el primer día de clase. Digamos que era muy de mi estilo; guapilla, lista, apasionada del arte y de las típicas personas que son suuuper sociables… Pero eso ya lo sabes, tú. – se ha erguido un poco para dedicarme un guiño y una sonrisa algo pícara.
-         Aún no he visto la parte mala… ¿podrías ser algo más específica?
-         Sí, claro
-         Ah! Y ahórrate esa insinuación, yo no estoy enamorada de ella, solo es mi amiga. No me lo creo ni yo, pero espero que no se note tantísimo o, al menos, que no lo diga…
-         Está bien, usted perdone. En fin, que la tía está como un tren, ¿o eso también me lo niegas? – esta vez sí se había tumbado casi del todo en la silla-hamaca, pero eso último lo dijo mirándome directamente… – El caso es que empecé a ir con ella a todas partes, como tú, y me encantaba, no lo voy a negar, pero un día le conté que era lesbiana y que creía que me estaba empezando a gustar…
-         Claro, y ella te dijo que no y por eso crees que yo debería apartarme de ella, lo típico.
-         No, cariño, ella me dijo que siempre había mantenido una mentalidad abierta y que, si le daba tiempo, le gustaría intentarlo, que era muy importante para ella y que le gustaría aprender a estar con una chica…
-         Entonces es por celos
-         Jejejeje Eso sí que no,  pero si vas a estar así, mejor no te lo cuento, porque vamos a tardar la vida…
-         Perdón, sigue. – si tú supieras lo que significa que ella pueda entender… ¡¡buff, qué calor!!
-         Bueno, el caso es que ella es una niña pija y le gusta demasiado llamar la atención, así que lo pregonaba por todas partes, no había ni un solo profesor que no lo supiera, así que empezó a correrse el rumor de que era mentira… ¡Manda huevos! Cuando he querido ocultarlo, no ha habido forma y justo cuando doy con una que no lo quiere esconder, no me creen… Aly y yo lo llevábamos bien, hacíamos buena pareja, nos entendíamos y esas cosas, pero está claro que ella no aguantaba que la gente cada vez hablara menos de ella, porque pensaban que lo nuestro era una chiquillada para llamar la atención.. “que al principio había hecho gracia, pero ya cansaba” (palabras textuales).
-         ¿Y por eso te dejó?
-         ¿No puedes aguantar callada, eh?
-         Sí, lo siento
-         Pues te equivocas una vez más, fui yo quien la dejó, porque estaba harta de que me quisiera usar para enseñar por ahí y que fuéramos la comidilla de este absurdo instituto.
El caso es que ella me dijo que le había afectado mucho y que quería volver conmigo, pero yo le dije que no, que había encontrado a otra… Venga, dilo, lo estás deseando…
-         ¿Quién?
-         Fue hace mucho…
-         Eso no contesta mi pregunta
-         Lo sé, pero es que esa información aún no te la has ganado, ¿quieres que siga contándote lo de Aly o no?
-         SÍ, Marie, cuéntalo todo, de hecho yo lo estoy deseando también – Sonó la voz enfadada de Aly en la puerta de la derrumbada caseta.
-         ¿Aly? ¿Qué haces aquí?
-         Sofía, esto no va contigo, siento mucho que te hayas visto implicada en esto…
-         Ya empezamos, Al, ¿en qué se ha visto implicada, exactamente?
-         A saber lo que le has contado…

Esto huele a bronca de pareja por todas partes, y yo aquí en medio, ojalá pudiera salir sin que me vieran, pero creo que va a ser imposible… ¡Mierda! Me va a tocar tragarme toda la pelea… Pero qué suerte la mía…

-         Sofía tiene derecho a saber lo que estás haciendo con ella
-         ¿Lo que estoy haciendo con ella? ¡Qué coño sabrás tú lo que hago o dejo de hacer!
-         ¿Tan tonta crees que soy?
-         Pues ahora que lo dices…
-         ¡Ni se te ocurra, Mar!
-         Chicas, yo mejor me voy y…
-         No, Sofía, te interesa quedarte, esto es lo que te espera a ti si no abres los ojos.
-         Por frases como esa dejé de hablar contigo, ¡te crees que todo gira en torno a ti!
-         ¿Perdona? ¿Estás segura de que te estás refiriendo a mí y no a tu maldito reflejo en el espejo?
-         Vete a la mierda, Mar, yo no tengo la culpa de que te hicieras esa película de amor en la cabeza.
-         ¿Película? Esta vez sí que te has pasado, Al, haz el favor de salir de mi estudio.
-         Encantada. ¿Ritmo de hierro, vienes?
-         Eh… sí, claro, ahora voy, ve… ve saliendo
-         Ve con ella, ya te contaré otro día el resto, aunque ya has visto lo que te espera… Aly es así, no creo que consigas cambiarla tanto… - dijo una vez a solas.
-         Ya… ya hablaremos… a… adiós…

Ahora sí que no entiendo absolutamente nada, Aly ha desaparecido, no sé dónde se ha metido… ¿qué se supone que tengo que hacer yo ahora?


Bueno, al final he decidido ir a casa y quién sabe si iré al ensayo a las once… No sé si quiero enfrentarme a Aly en este estado… Y lo que me ha dicho Marie… ¿qué hago, chicos, qué hago? Estoy llena de dudas… ¡¡¡SOCORRO!!!

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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo:

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