BAILE
DE SILLAS
Cap.
10 –
No entiendo lo que ha
pasado, no sé qué pensar, quizás vosotros podáis ayudarme, permitidme que os
cuente todo lo que ha pasado desde que os escribí por última vez.
Era
medianoche y yo aún seguía allí en el parque mirando las palmeras, la fuente,
la luna… Había estado pensando en qué sentía y en qué quería hacer ahora: Aún queda la mitad del curso, la
representación, la graduación… Haciendo cálculos quedan como 4 o 5 meses todavía
de estar en LA… Tendré que plantearme entrar en algún otro grupo o hacer algo
para no aburrirme demasiado en ese tiempo.
Había
estado tan absorta que ni me había dado cuenta de la hora que era, menos mal
que en el hotel no estaba mi madre esperando porque si no me habría echado una
buena bronca.
Rodé
la silla por el parque para mirarlo una vez más antes de volver, pero me quedé
de piedra cuando vi que alguien entraba y se sentaba en el banco, justo al lado
de donde había estado yo hace poco más de unos segundos. Decidí no acercarme,
por si acaso, y me quedé detrás de la fuente mirando el cielo estrellado.
A
los dos minutos, recibí un mensaje de Marie: “Tengo que hablar contigo”. Lo
ignoré, ya me habían liado demasiado la cabeza y acababa de decidir que iba a
pasar de ellas el resto del curso. Ella insistió, al rato me llegó otro
mensaje: “TENGO que hablar contigo”. Me pareció curioso y me planteé contestar
por saber qué quería, pero volví a ignorarlo. Tras cinco minutos recibí una
llamada suya y, no sin dudarlo, colgué.
Estaréis pensando que
no ha pasado nada demasiado inusual hasta ahora, quizá es porque quiero
contaros cada detalle por ver qué pensáis vosotros, intentaré ir más rápido.
Me
pareció ver que la persona que había entrado en el parque también estaba
ignorando mensajes del móvil, pero en su momento no le di importancia.
Era
ya la una de la mañana y, por suerte o por desgracia, Marie no había vuelto a
insistir. Decidí salir ya del parque aunque la persona aquella siguiera allí.
Justo al pasar a su lado, levantó la cabeza y me saludó:
-
Hola, Sofía
Parecía haber estado
llorando y sonaba muy cansada, pero era una voz dulce y familiar. Aún sin
girarme contesté.
-
Hola, me iba ya a casa, ¿necesitas algo?
-
No… O tal vez sí, no lo sé…
-
¿El qué?
-
A ti
Fue entonces cuando me
giré y vi la cara, hinchada por el llanto, de Aly. No reaccioné, me quedé mirándola
sin saber qué hacer o decir.
-
No tienes que decir ni hacer nada… Pero
me gustaría saber algo
Asentí suavemente, de
forma casi imperceptible
-
¿Me odias?
Ciertamente, no me
esperaba la pregunta, pero antes de contestar pensé largo y tendido sobre qué
sentía realmente. Creí que se cansaría de que la mirara sin decir nada, pero
pasaron 3 minutos y ninguna había variado su expresión.
Seguí sin contestar
porque no sabía el qué, pero alargué la mano hasta casi rozarle la cara y la
dejé allí sin más, como única respuesta.
Aly miró mi mano por el
rabillo del ojo y acercó la cara lentamente para acabar la caricia que no le
había dado yo. Dejó allí la cara un rato y lo mismo hice yo con la mano.
-
Me gusta tu mano – dijo al apartar la
cara
-
Gracias – susurré yo.
-
Sé que tengo mucho que explicarte…
No
quería oír nada del tema, al menos no entonces, así que me dejé llevar por lo
que sentía y le di un beso en los labios.
Y
así, en mitad de la noche, después de que decidiera que no quería volver a
saber nada de ella ni de su grupo, después de que me echaran y de pasar uno de
los días más aburridos y a la vez más intensos de mi vida, Aly y yo nos dimos
el mejor beso que han dado hasta ahora.
Como
esto no es una película, y no hay un barrido en negro y ya es el día siguiente,
cuando acabó el beso ninguna de las dos sabíamos muy bien qué hacer o decir,
por lo que salí de allí tan rápido como me dejó la silla y al llegar al hotel
caí rendida en la cama.
Esto es lo que pasó
anoche, ahora son las 11 de la mañana del día siguiente y estoy en mi
habitación acabando los trabajos para mañana, tengo 20 llamadas perdidas en el
móvil, 30 WhatsApps, 5 mensajes y un par de e-mails. Sospecho que ni si quiera
el 20% son de Aly, pero no quiero arriesgarme a comprobarlo, así que creo que
hoy me voy a quedar en casa y ya hablaré con ella y con el resto del mundo
cuando tenga un poco claro lo que está pasando.
Hasta aquí la entrada
de hoy, siento que haya sido así de corta, pero realmente necesito que alguien
me explique qué está pasando o me voy a volver loca, así que..
¿Qué decís, qué
haríais vosotros en mi lugar?
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: