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Una oscura capa de versos
tiñe de rimas las venas,
la Luna ya no es la Luna,
sino una musa discreta
y este desgarbado engendro,
se encamina, solitario, a su meta.
"La obra ya está acaba,
miedo me da leerla"
Quien no sabe de que hablo
jamás criticó su pieza.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: