Hablan sin saber y hacen conjeturas,
y se adentran en caminos sin salida,
pueden llegar a estropearlo todo
y sacar el horror que llevo dentro de este alma.
No se achantan ante malas miradas,
no preguntan ante malas caras.
Ellos no lo saben…
y sin embargo no se callan,
inventan sobre mi vida y sobre mis sentimientos,
y creen saber, mejor que yo,
lo que me pasa por dentro.
Ellos no lo saben…
Y si no quiero contarlo,
¿por qué he de hacerlo?
Es por eso que callo cuando me disparan;
por mucho que duelan, las heridas sanan,
por suerte a la mente, no llegan las balas.
Ellos no lo saben…
Menosprecian los tesoros por los que daría la vida,
y nuestros preciosos momentos,
y el pacto tácito que teníamos…
Ellos no lo saben…
No van a saberlo,
porque la ayuda que necesitaba,
gracias a ti, ya la tengo.
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Ahora me toca leerte a mí, soy todo... ojos, supongo: